Considerada la novela
psicológica más antigua
de la
literatura mundial, Genji Monogatari
(El Relato de Genji) es una de las grandes obras de
la literatura femenina del Japón de la época Heian (794 - 1192)
escrita por la dama Murasaki Shikibu,
durante el reinado de Ichijô
Tenno (1). A través de las
emociones humanas y las bellezas de la naturaleza,
esta
obra nos relata la vida
y aventuras amorosas del ficticio príncipe Hikaru Genji
(2), el "Príncipe Brillante", y las de sus
descendientes, a lo largo de los 54 capítulos que
componen el texto moderno.
Estructura
La historia del Príncipe Genji es
narrada, en sistemática secuencia, a lo largo de
los primeros 41
capítulos. El primero de ellos se inicia con el romance entre el emperador
Kiritsubo y una dama de rango inferior en la
corte. Genji, el héroe de la novela, es el fruto
de esta relación. Su historia personal empieza con
una ilícita aventura entre
él y su
madrastra, la dama Fujitsubo, y finaliza con la
muerte de Murasaki, la mujer que más ha
significado en su vida; en medio de todo esto se desarrolla el ascenso de Genji
en la corte, su exilio y retorno.
Los 13 capítulos restantes
(que comprenden 3 capítulos transitorios y los
denominados 10 capítulos Uji) están dedicados
a los descendientes de Genji: Kaoru, su
"hijo", y el Príncipe Niou, su nieto.
La amistad y rivalidad de estos personajes hará
continuar la tradición legada por Genji, pero sin alcanzar
la gracia y esplendor de los tiempos pasados.
Es importante señalar que esta novela no
está
construida según los conceptos de los novelistas
occidentales; su desarrollo se realiza de manera episódica
y compleja, siendo las relaciones amorosas del personaje
principal y las historias personales de sus muchos
personajes (3)
descritas en forma de
relatos independientes (las cuales funcionan como historias
cortas) por lo que cada escena puede ser saboreada por separado mientras
claramente continúan formando parte de un extenso
todo, como si fueran versiones narrativas de rollos
horizontales de
pintura (famosos en el arte japonés). Asimismo, los retratos de las mujeres en la vida de
príncipe Genji, dentro de este mundo de altos deleites, son
también descritos de forma individual con sus refinamientos aristocráticos, talentos en las artes de la
música, dibujo, poesía y amor por las bellezas de
la naturaleza, en contraste a sus propios
sufrimientos y precarias situaciones, originados e
impuestos por una sociedad poligámica. A través del amor, agonías,
majestuosidad y decepciones de los personajes, la
autora pinta de manera encantadora una imagen
idealizada de
la vida cortesana en el periodo Heian
durante el reinado del Emperador Ichijô y la Emperatriz
Akiko (4), a quien
Murasaki sirvió como dama de honor. Mono
no Aware (5)
Esta frase encierra el
verdadero tema que entre líneas se puede
percibir en El Relato de Genji.
Aware es una palabra
frecuentemente utilizada en esta obra y en otra
literatura de la época, que contiene diversos
rangos de significados como "triste",
"conmovedor", "hermoso", etc..
Así, aunque esta novela está llena de humor y
delicadeza, la impresión que nos llevamos de ella
es de una predominante melancolía, causada en gran
parte por la insistencia sobre el
correr inexorable del tiempo. Por ello, a medida que la obra se acerca a su
final, el tono se vuelve más maduro y sobrio,
ensombrecido por los juicios budistas sobre los
juegos triviales de la existencia terrenal y la
efímera naturaleza del mundo.
¿Un
manuscrito?
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Desafortunadamente
no existe un manuscrito
original de esta obra. Fue gracias a las
transcripciones hechas por diversas personas a lo largo de los
siglos
que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días, llegando a
comprender en
la actualidad más
de 4 200 páginas en la versión japonesa original.
Otra de sus formas de difusión fue la madera
impresa desde
el comienzo de la era Edo.
Es incuestionable
que esta es una obra maestra de la prosa de aquel
tiempo, que sólo pudo surgir gracias al alto
refinamiento, exquisitez y cultura de la sociedad
Heian. Por lo tanto,
no es sorpresa que la novela de esta talentosa
mujer reciba
la atención de tantos científicos, críticos y
artistas; inspirando diversa literatura y siendo
ilustrada a través de innumerables representaciones artísticas. Siendo sus
temas fundamentales el romance y la sociedad, puede
decirse que esta
obra constituye un homenaje a la
belleza y el amor a través de los cuales el florecimiento
y esplendor de una época es
reflejada, dibujando una comprensiva y viva figura de
las armónicas costumbres y hábitos de esta contemporánea
y sumamente civilizada corte en tiempos
del inicio de la decadencia, donde el
ideal de poder masculino y agresivo heroísmo no
formaron parte de la vida
dentro de la corte del Tennô de Heiankyô (6), tal como sería
en siglos posteriores.
Este es un extracto del Genji
Monogatari donde Murasaki
Shikibu a través de su personaje
principal, Genji, explica lo que para ella
significa la novela:
"(...)
Pero tengo
una teoría propia acerca de lo que es este arte
de la novela y como nació. Primero, no consiste
sencillamente en que el autor haga una narración
de las aventuras de otra persona. Por el
contrario, la novela surge porque la propia
experiencia del narrador acerca de hombres y
cosas, ya sea en bien o en mal -y no solamente lo
que él mismo ha pasado, sino también los hechos
que no hizo más que presenciar o que le fueron
contados-, le produjo una emoción tan
arrebatadora, que no podría tenerla encerrada
más tiempo en su corazón. Muchas veces algo de
su propia vida o de lo que lo rodea le parece al
escritor tan importante, que no puede soportar que
quede en el olvido. Jamás deberá llegar el día
-piensa- que los hombres no sepan esto. Esa es mi
idea de como surgió este arte.
Evidentemente,
pues, el describir sólo lo que es bueno y bello
no es lo que concierne al arte del narrador. Por
su puesto que a veces su tema será la virtud y
entonces podrá jugar con él como le parezca.
Pero justamente no es lo menos probable que le
hayan impresionado numerosos casos de vicio e
insensatez del mundo que le rodea, y con respecto
a ellos tiene exactamente los mismos sentimientos
que con respecto a las acciones superlativamente
buenas con que tropieza: son importantes y hay que
guardarlas en las trojes. Así, todo, sea lo que
fuere y cuanto suceda en esta vida terrenal y no
en algún país de hadas que escapa a nuestro
alcance.(...)"
"(...)
Historias
comunes son sólo meros registros de eventos, y generalmente
son tratados de una sola forma. No dan una visión
interior del verdadero estado de la sociedad. Esta, sin
embargo, es la verdadera esfera en la que principalmente
moran las novelas. Las novelas, son ciertamente
ficciones, pero no siempre representan puras
invenciones; siendo estas sus únicas peculiaridades, que en ellas los escritores
frecuentemente desarrollan, entre numerosos
personajes reales, el mejor, cuando desean
representar el bien, y el más extraño, cuando
desean entretener. (...)"
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